COMO ELEGIR EL PROVEEDOR DE SERVICIOS DE SEGURIDAD

Quizá el título de este articulo debería ser: Como elegir el proveedor de servicios de seguridad, más allá del precio o mejor aún: Como elegir el proveedor de servicios de seguridad, teniendo en cuenta criterios de calidad.

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La elección de un proveedor de seguridad es una decisión importante.

Como no hay un enfoque único para la seguridad, es vital que el equipo de seguridad sea un buen partner para los objetivos, la cultura y seguridad de la organización.

Existe además una demanda creciente de integración de servicios de operadores de seguridad y tecnologías que mejoran o aumentan la prestación de los servicios tradicionales de seguridad.

El despliegue conjunto de personas y tecnología ofrece la oportunidad de construir una plataforma de seguridad eficiente y sostenible que mejore el plan de gestión de las empresas y desde luego su seguridad. Algunos de los puntos clave a considerar en la identificación de proveedores de servicios cualificados en este paisaje en constante evolución son:

Mentalidad de partner – Determine si la compañía de servicios de seguridad mantiene estándares de seguridad que comparten su visión, misión, valores, cultura y prioridades.

Actualmente los proveedores de seguridad de calidad deben centrarse en el cliente y adaptarse a su cultura empresarial.

Empleados comprometidos – A cada empresa le encantaría emplear a los mejores y más experimentados profesionales de seguridad. Las compañías de seguridad que apuestan por la calidad establecen programas para la fidelización del empleado y una cultura de la excelencia. Los profesionales de seguridad motivados, apreciados y competitivamente compensados son leales tanto a su empleador como a su lugar de trabajo.

Compromiso de servicio – La compañía proveedora de servicios de seguridad debe poseer una capacidad de proyección y crecimiento acorde a la expansión y las necesidades del cliente (nacionales y/o cada vez más, internacionales), sin que eso suponga una presión en aumento de costes al cliente. La capacidad de forjar alianzas con otras compañías define no solo la solvencia sino también el prestigio de una empresa de seguridad en su propio sector y configuran a un buen proveedor.

Integración con la tecnología – Con tantas funciones empresariales que se integran a través de dispositivos o sistemas en red, no es de extrañar que una de las palabras de moda claves en toda la industria de la seguridad sean servicios integrados de seguridad. La tecnología es un elemento crítico de todos los programas de seguridad y es importante para el proceso de selección del proveedor.

Hacer la elección correcta Hay muchos proveedores nacionales y regionales y es importante encontrar al que mejor se adapte a sus necesidades. Las compañías de seguridad con visión de futuro combinan una cultura de resolución de problemas con las inversiones necesarias para mantenerse al frente de la tecnología.

Como con cualquier decisión importante, usted debe estar bien informado para tomar la decisión correcta.

Un proveedor de seguridad de alta calidad es aquel que ve la seguridad como un esfuerzo de equipo, entiende el valor de las soluciones integradas y realmente cree y se dedica a la seguridad de sus empleados, clientes y activos.

Ese compromiso será evidente en las prácticas empresariales y los programas de formación, así como su capacidad para personalizar los servicios para satisfacer sus necesidades individuales.

 

 

La dignidad en el trabajo en el sector de la seguridad privada

El trabajo es el hombre mismo en su cuerpo y en su espíritu.

 

Quien presta un trabajo, decía Sinzheimer, no entrega un objeto patrimonial, sino que se da a sí mismo: el trabajo es el hombre mismo en su cuerpo y en su espíritu.

Cuando un trabajador de la seguridad se pone el uniforme o el traje y comienza su servicio ¿pierde los derechos constitucionales que tiene como ciudadano?: honor, intimidad, libertad de expresión, etc.

No, no los pierde y el empleador debe velar porque se respete la dignidad del empleado en el puesto de trabajo, a la vez que el trabajador debe saber que la firma de su contrato supone una limitación de sus derechos en el ámbito de la empresa y la asunción de unas obligaciones.

El contrato y las normas laborales, fijan las obligaciones y derechos de una persona que presta un trabajo. Esas normas buscan y no siempre encuentran un equilibrio entre la preservación de los derechos, con fenómenos como el acoso laboral, el llamado mobbing  (proviene del inglés to mob: perseguir, atropellar) y los derechos del trabajador, lo que llamamos dignidad en el trabajo.

Pero yendo un paso más allá, la dignidad no solo está en el hecho de que exista un equilibrio de derechos y obligaciones, se trata de un conjunto de variables que logren que la persona tenga la oportunidad de llevar una vida digna, objetivo moral de cualquier sociedad.

Entre la variables que están minando seriamente la dignidad de las personas que trabajan  en seguridad privada, están los inherentes a este trabajo con son la turnicidad , nocturnidad, horarios más largos de lo deseable para que las personas puedan desarrollar una vida digna, horarios festivos no compensados y libranzas aleatorias no coincidentes con el entorno social habitual, el trabajar en numerosas ocasiones con personas en exclusión social, enfermedades graves y contagiosas (SIDA, Hepatitis..) o con condiciones higiénico sanitarias limite (eccemas, pústulas, alcoholismo, drogadicción, higiene deficiente, etc.)  enfermos mentales de toda índole diagnosticados o no, más o menos violentos verbal o físicamente y la prestación de servicios en lugares peligrosos e insalubres.

Entre las no inherentes al puesto, están los bajos salarios, el excesivo número de horas de los trabajadores, la inadecuada planificación de cuadrantes y turnos y la falta de un apoyo solvente y continuo desde su empresa, que genera una desconexión del trabajador con los objetivos comunes y el necesario apoyo a su acción.

También habría que señalar lo que yo llamo CPV o Circulo de Presión Variable, es un circulo que sufren todos los empleados que prestan servicios a terceros, y que deben satisfacer las expectativas de su empresa, del cliente de su empresa, a veces también de los empleados del cliente de su empresa, de los clientes y publico relacionados con el cliente en el que presta sus servicios y en algunas ocasiones de algún actor externo, todo ello sin dejar de cumplir su obligación, que en seguridad numerosas veces entraña el enfrentamiento físico o verbal con personas conflictivas.

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Quien presta un trabajo, no debe prestar su espíritu más allá de su voluntad y libre albedrio, reconocido por lo demás en nuestra constitución.

Ya en el Siglo XVII Calderón de la Barca fijando unos límites entre la entrega de lo material y lo inmaterial o espiritual decía : “Al Rey (por patria) la hacienda y hasta la propia vida se ha de dar, pero el honor es patrimonio del alma y alma solo es de Dios”

Por ello en el trabajo en seguridad, tan jerarquizado, tan vertical y tan atado a normas y actores, todos ellos objeto de protección en sus derechos fundamentales, para lograr la dignidad del trabajador y también del empleador, mando superior o intermedio existen algunas barreras que no deben superarse:

  • La subordinación no debe ser sumisión
  • La disciplina en el trabajo debe ser orden, método y observancia, pero no látigo ni castigo.
  • El sacrificio y la abnegación por el trabajo, deben ser excepcionales y en pro del bien común, y no el resultado de la falta de planificación o la discriminación.
  • Las obligaciones deben encontrar un equilibrio con los derechos.
  • El trato entre iguales y superiores jerárquicos debe basarse en la educación, las buenas formas, la trasparencia y el respeto.

Pero, ante todo, el desarrollo de esta/s profesión/es no debe romper el circulo vital de las personas que en él se desempeñan, entendiendo por esto, la posibilidad de participar en la vida social y familiar, contar con tiempo suficiente para el ocio, la salud y el necesario descanso.

¿O creen que es un objetivo ya logrado?